Hola amigos, comparto con vosotros el resumen de este taller que realicé en Palencia. El pueblo fue Aguilar de Campoo, y en el me acogieron como a uno más.
El responsable de todo fue Oscar Manzanal Bustillo quien se interesó hace mucho tiempo por mi trabajo, habló con la asociación Palencia Foto y entre todos organizaron esta actividad.
El taller lo dividimos en dos clases diferentes. La noche del Viernes tocaba conocer la fotografía nocturna desde la sencillez, y que decir de esta práctica, todo un regalo para mí.
Primero charlamos un poco sobre fotografía nocturna y después visitamos Las Tuerces, localización conocida por todos y en donde pudimos practicar infinidad de iluminaciones, composiciones y en definitiva pudimos aprender a desarrollar desde le minuto 1 cualquier fotografía nocturna.
Esta roca la llaman la mesa, aquí pudimos trabajar diferentes iluminaciones, además los alumnos conocieron mi método de trabajo para desarrollar una fotografía nocturna.
Todos pudimos disfrutar de una noche llena de diferentes localizaciones.
Destacar también que para subir a esta localización los alumnos utilizaron sus propios coches para acercarnos al lugar, todo un detalle por la parte de los chicos.
Subido a esas rocas dimos una sensación de inmensidad y claro está, incluyendo a un modelo humanizamos nuestras fotografías aportando un estilo muy personal.
Esta fotografía es un ejemplo de lo que es la fotografía nocturna para mi, en un rincón donde no había gran cosa logramos sacarle la vida a base de iluminación.
Utilizamos iluminación artificial para el suelo paseando con una luz continua por toda la localización. Integramos una silueta para darle más sentido a la escena.
Y para terminar la noche pintamos los propios coches con los que subimos a las Tuerces. El coche negro costó mucho más trabajo que el rojo.
Al día siguiente compartí con los alumnos la clase teórica en el hotel Valentín en donde realizamos las clases.
Después de la teoría, y gracias a Oscar Manzanal llegaba disfrutar de las prácticas en un lugar increíble. El Monasterio de Santa Maria la Real nos abrió sus puertas para trabajar unas prácticas con los alumnos.
Comenzamos con formas sencillas y por supuesto, orden e iluminación.
Utilizamos esta localización para compartir diferentes formas de luz.
Comenzamos con formas solitarias.
Después con formas más interesantes y componiendo un trabajo con tres formas de luz llamadas noctámbulas.
Era el lugar perfecto para mostrar ese orden y simetría que tanto defiendo con la pintura de luz..
Resumiendo, un taller completo, pasando desde la fotografía nocturna a la pintura de luz, para mi, la combinación perfecta.
Un millón de gracias amigos, ha sido toda una maravilla de curso.
Y un abrazo muy especial a Oscar Manzanal Bustillo, la experiencia ha sido todo un regalo, te lo agradezco de corazón.
Nos vemos en la oscuridad.