Acabo de llegar a casa de la experiencia en León. En el pueblo de Benavides me acogieron como si fuese uno más de la tierra, la experiencia fue increíble.
Fox y Teresa se encargaron de todo dentro de la asociación Ajube y tengo que agradecer enormemente su cariño e interés por mi trabajo.
Al día siguiente ya tocaba trabajar, me esperaban 40 niños para jugar con las luces y en definitiva conocer la fotografía de una manera diferente y divertida . La asociación cultural Ajube fue quien organizó este proyecto fotográfico, el taller para los niños entraba dentro de las actividades del programa.
No es fácil entretener a 40 niños durante 2 horas, están en una edad (5-11 años) en la que todo les llama la atención, pero a la vez pronto pierden interés.
Estas actividades son perfectas para ellos porque a la vez que aprenden juegan con las luces en directo.
En el salón de actos del pueblo los adultos y niños pudimos disfrutar de 2 horas de risas, todos participaron, desde el primero hasta el último y pudieron descubrir otra manera de aprender fotografia. Creo que ha sido una gran experiencia para los niños, los vi muy interesados, contentos y súper motivados en hacer cosas diferentes con las luces.
Sin duda la tarde del Viernes disfruté yo casi más que los pequeños, fue de esas tardes que no podré olvidar.
Era un reto mantener la atención de los niños durante dos horas, fue más fácil de lo esperado. Todo un espectáculo poder disfrutar de todo eso.
Una experiencia increíble, un momento que como ya he dicho será difícil de olvidar.
El Niño Educa, una actividad que cada día que pasa me parece más interesante.
Aquí tienes la información sobre estas actividades.
Después de la clase con los niños tocaba cumplir uno de mis sueños, poder visitar en compañía de Jose Presa Calzado las Médulas de León. Al final nos juntamos un montón de gente. Presa acompañado de la gran Paula, Adrián vino acompañado de Benjamín, un amigo de los Cursos On line con el que pude intercambiar opiniones sobre el la pintura de luz y cuestiones varias que pudimos aclarar. También nos acompañó el amigo Alfonso, fotógrafo aficionado de Benavides quien pudo realizar algunas fotografías. La experiencia fue muy buena, algo dura en su recorrido por el peso que llevaba en la mochila pero sin duda mereció la pena. Pudimos hacer algunas fotos en grupo y también algunas individuales. Toda una localización la cual tendré que volver algún día porque al final me quedé con las ganas de verla de día, cosa que no pudo ser.
Un viaje a León el cual no podré olvidar fácilmente.
Nos vemos en la oscuridad.