Enorme el trabajo que hemos culminado en un tiempo récord con la colaboración al completo del grupo LAP. Una noche intensa en donde nos tuvimos que esforzar a fondo para pintar con luces en la oscuridad.
Las placas eran las protagonistas de esta historia que ya venía escrita dentro de un guión. Lo más importante, y lo que termina dando más confianza es que con un guión previo, las cosas salgan en tan solo una noche.
“La fotografía nocturna es sencilla, solo hay que apretar un botón” (decía el gran Jose Benito Ruiz), pintar con luces en la oscuridad es otra cosa bien distinta.
La complejidad de un trabajo así se deja ver cuando todo lo que hay dentro del escenario llega a ser creíble. Eso es algo que siempre he intentado respetar hasta las últimas consecuencias. El ejemplo está en que la 1ª fotografía de la serie, es la menos conseguida (bajo mi opinión) y sin embargo nos llevó más de 3 horas poder acabarla. Las otras 3 fotografías de la serie tienen un acabado mejor con más perfección en sus formas e iluminaciones, y logramos terminarlas en apenas 3 horas.
Esto siempre demuestra que para conseguir una buena fotografía de pintura de luz, debes buscar en profundidad cada efecto sin descuidar ningún detalle en su composición. Y si para eso debes estar toda una noche para conseguirlo, habrá merecido la pena.
Esta es la historia de un Jueves cualquiera, donde los amigos “calavera”
Técnica del trabajo
1º La Kdd. (299s expo, f/10, Iso 200)
En esta fotografía lo más complicado fue iluminar el tetra brik de Don Simon que sujeta la placa de la izquierda. Para ello lo sujetamos con la mano de Antonio Garcia tapada con un guante negro. Este ejercicio es bastante aparatoso y hay que iluminarlo muy rápido para no cometer errores. En la placa que sujeta el litro de Vino no la pinté como me hubiese gustado quedando esa mano poco marcada a su alrededor. La placa que hay en el suelo la pinté con unas latas a su alrededor de alcohol para darle más sentido a la escena. El dibujo de este tipo de elementos tan próximos al suelo y pequeños, no se debe hacer con una iluminación cenital. En este caso mancharía demasiado el suelo si utilizásemos esa iluminación. Digamos que hay que rodear (de abajo hacia arriba) la lata con nuestra linterna, para que se muestre bien pero nunca manche el suelo que en este caso decidimos no darle luz. Utilizando este ejercicio con la linterna pinté el resto de elementos.
Otro problema que tuvimos fue crear todo el escenario en 4 minutos de exposición. En esta toma llegando al final de la exposición tuvimos que alargarla un poco porque no dio tiempo de terminar todas las iluminaciones, terminando el trabajo en 299s de expo. Ese fue el tiempo que elegí sabiendo que con un diafragma (f/10) la exposición era aceptable. Era muy importante no dejar que la iluminación de la luna nos lo contaminase todo, y más teniendo en cuenta que la ermita era de color blanco.
También era importante mostrar una aceptable iluminación del coche. Al ser negro, en la oscuridad es mucho más complicado resaltar sus formas. Carlos Serrano se encargó de ese trabajo iluminando con linterna teniendo cuidado en no iluminar de más las partes interiores del coche que tenían un tono más claro. Este ejercicio del coche también nos causó problemas, pero al final lo pintamos tal, y como deseábamos.
El interior del coche lo rellenamos filtrando un poco la luz del mismo coche tapando su fuente de luz directa.
2º. La Huida (239s expo, f/5.6, Iso 200)
Se escondió la luna del todo y tuvimos que abrir diafragma pudiendo jugar con más facilidad en las iluminaciones. La contaminación aun era importante, cosa que aprovechamos para integrar la escena sobre un fondo negro a contraluz de la contaminación del fondo, dejando un espacio muy agradable de oscuridad para conseguir el efecto que íbamos buscando.
Lo más importante era darle movimiento al coche que conducían las placas. Para ello marcamos en el suelo con dos piedras (se pueden ver) las medidas en las que el coche se movería hacia adelante. Una vez en movimiento lo iluminamos por detrás con una linterna potente (led lenser x21). El resto de las trazas las pintaron los mismos pilotos del coche y las partes brillantes en el movimiento hacia adelante.
Marcamos con dos toques de linterna los faros delanteros para simular el mismo efecto de las luces cortas de cualquier automóvil.
Las llantas también recibieron un toque de linterna cada una.
Rellenamos la textura y forma del coche con una serie de linternazos muy pequeños en posición casi cenital y de un extremo a otro.
Para realizar las placas del interior tuve que introducirme dentro, al abrir la puerta, Carlos Balsalobre tapaba el objetivo de la cámara para que la luz automática del interior del coche no iluminase toda la zona del interior. Una vez dentro pinté un piloto y un acompañante detrás, la placa del techo fue otro detalle.
Por último faltaba la placa despistada que le habían gastado la broma de regresar sin su compañía. La intención era dibujar una placa con mucho dinamismo y con la inercia adecuada para parecer que corría detrás del coche. El brazo en esa posición mostraba aun más información que completaba ese gesto buscado.
Pintar placas no es demasiado difícil, lo complicado es darles vida y que parezcan de verdad.
Crear este tipo de personajes ha sido uno de los regalos más grandes que he recibido de la pintura de luz.
3º. El accidente (227s expo, f/5.6. Iso 200)
Logramos encontrar un gran escenario para el tercer trabajo. El dibujo del coche mostraba justo lo que queríamos, ese muro parecía estar derribado en el mismo accidente.
Empezando por el muro de la izquierda, era importante marcarlo entero, para ello lo iluminamos a contra detrás del coche.
EL piloto rojo del coche rellenó esa zona contaminada de color, aportando coherencia a la escena.
El contra del árbol en la derecha de la imagen era más importante. La idea era iluminarlo con una simple bengala de color rojo, pero no contabamos con esa cantidad de vegetación seca que nos podría poner en peligro si se llegase a prender de fuego el lugar. Decidimos utilizar bolas de humo sin obtener el resultado que buscabamos. El efecto humo no llegamos a conseguirlo pero si logramos pintar esa zona con un color rojo muy agradable, pareciendo que el capó del coche estaba ardiendo. A la vez conseguimos darle una textura de contraluz al árbol mostrando justo lo que necesitábamos mostrar.
El coche recibió unas flashazos en posición casi cenital rellenando justo lo necesario.
Y por último toque de linterna en las ruedas para aportar más información.
Las placas quedaron aceptables en sus tres dibujos. La placa izquierda no fue fácil pero el resultado quedó muy bien. Pero más me gusta la que está a la derecha mostrando un dibujo casi de muerto contra esa pared. La placa del centro la pinté colgada de la puerta para darle más dramatismo la escena.
4º. La vuelta a casa. (234s expo, f/8, Iso 200)
Este trabajo sin duda era el más difícil de la serie. La cantidad de elementos producidos por la iluminación de la linterna hacía que esta fotografía fuese la más delicada en su resultado final. Encontramos la posición y ángulo perfectos para mostrar la sombra de la muerte justo en el lugar elegido. Unos cuantos segundos manteniendo esa iluminación sobre la muerte y ya estaba lista esa silueta. Esa sombra era importante como decoración pero estaba claro quien tenía todo el protagonismo.
Para el personaje de la muerte utilicé una linterna en posición casi cenital bordeando todo el personaje desde la cola hasta la cabeza. Dejando en esta 2 segundos más de tiempo para marcarla de luz por encima de todo lo demás.
Tuve que tapar con una cartulina la cabeza de la linterna porque la cámara lograba captar todas las trazas de los movimientos de la linterna mostrando en la fotografía unas trazas sin sentido. Aun así justo paralela a la cuchilla de la guadaña aun se puede ver rastro de ese ejercicio. Estos detalles de la iluminación son fáciles de arreglar, pero no estará dentro de este trabajo.
La guadaña necesitó muy poca luz ya que era de color plata, justo lo contrario que el palo que la sujetaba.
Los personajes de las placas fueron algo complicados de pintar. EL problema más grande era la cuerda que los arrastraba del cuello. Tuve que iluminarla desde la derecha y fuera del encuadre para marcarla bien, ya que al dibujar las placas era necesario que se mostrase con facilidad.
Las placas se dibujaron con una forma muy lógica, colgadas de la cuerda que las arrastraba hacia la ermita.
El grupo de 3 placas fue el más difícil de pintar, si debían solaparse, ese dibujo tenía que estar realizado con mucha concentración para no pintar una traza de hilo luminoso más que otra.
Toda una combinación de ejercicios de luz que hacen que cada segundo que pasa dentro del trabajo se haga cada vez más difícil obtener un buen resultado. Una sola traza mal pintada y el trabajo se tendría que repetir, en esta última toma todo quedó en su lugar y así quedó plasmado.
Trabajo terminado y satisfacción máxima. Gracias al equipo LAP, hemos podido culminar una idea de Antonio Garcia Fraile y trabajada en casi su totalidad por mis linternas de luz. El equipo LAP contribuyó en la realización de todas las tomas, con Carlos Serrano, Carlos Balsalobre y Beto grabando todo en video. Por último agradecer a Paco Candela su compañía y colaboración a la hora de aconsejar con ideas dentro del proyecto fotográfico que pudimos hacer realidad en tan solo una noche. Gracias a todos los que nos acompañásteis esa noche de verano del mes de Agosto, ya no recuerdo tantos nombres que allí se presentaron y que ayudaron a que todo fuese mucho más divertido y ameno.
Muchas gracias a todos.
Y con el tiempo lo hemos completado con este magnifico video y con un mensaje muy claro…
Espero que os guste..
Nos vemos en la oscuridad