Hola amigos, en esta serie fotográfica que os presento muestro el trabajo en equipo de cuatro amigos comprometidos con la fotografía nocturna, quienes no dudaron ni un momento en atacar este proyecto fotográfico desde el principio.

La historia empieza cuando propongo a Paco Conesa realizar una serie fotográfica del Embalse de Algeciras. Los dos conocíamos el lugar y pronto llegamos a un gran acuerdo para poner compromiso e ilusión, lo íbamos a necesitar.

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Este embalse está situado en nuestra querida región de Murcia a la altura de Librilla. Es un embalse con una capacidad de 45 hectómetros cúbicos y está situado en la cuenca del Segura.

Desde el primer momento que conocí el embalse pensé que había que intentar hacerle justicia. Encontré por internet cientos de fotografías del embalse, pero todas eran de día, por lo que había llegado la hora de mostrar este hermoso embalse de una manera diferente. Esa es una de las intenciones dentro de este trabajo, y así se lo hice llegar a Paco Conesa. Juntos intercambiamos opiniones y empezamos a guionizar el desarrollo de la serie fotográfica.

El embalse del Negratín es especial por sus aguas azul turquesa, y era algo que quería caracterizar de esta localización. Paco Conesa y yo iniciamos un trabajo documental que nos ayudó a decidir  las sesiones a realizar y de que manera trabajar dentro del embalse. Al poco tiempo se unió al trabajo Ramón Alarcón en una sesión de noche, entendimos muy rápido que con más ayuda el trabajo se iba a desarrollar de una manera mucho más sencilla. La labor de Paco Conesa y Ramón Alarcón hasta ese momento fue espectacular, con un compromiso enorme y con las ideas muy claras. Fueron unas noches duras de trabajo que disfrutamos iluminando y paseando por ese lugar tan encantador al igual de complicado.

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Por comentar algún apunte sobre los parámetros fotográficos decir que siempre utilizamos unos ajustes parecidos que iban entre los diafragmas (f/4-5.6), un tiempo de exposición que varió entre los 50 segundos a 70, y aumentando la sensibilidad de la cámara entre Isos (800-1000).

También utilizamos un balance de blancos frío (wb 2800-3200ºk), teniendo que manipular el color de nuestras linternas utilizando geles CTO o cálidos.

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Lo más complicado de todo el trabajo fue introducirse entre esas crestas del embalse. Todas eran de dificil acceso y en donde los cazadores del lugar eran los únicos exploradores que habitaban por ellas. Tuvimos que subir montañas y bajar peligrosos descensos de arena suelta, todo en la oscuridad pero organizado al milímetro.

Para comunicarnos utilizamos walkies de radio, esto nos facilitó el trabajo ya que entre el iluminador y el fotógrafo nos separaban en ocasiones 50 y hasta 80 metros de distancia.

Concretamos un plan para rodear el embalse en todas las direcciones y con ayuda de Google maps decidimos cuales eran los rincones más fotogénicos.

Las primeras fotos nos dejaron muy contentos con el resultado.

La idea era dar protagonismo a las enormes montañas del lugar, pero no sin antes hacer más de una hora de ruta para llegar a obtener encuadres como este.

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Las linternas calentaban motores con estas fotografías de paisaje y mostraban la inmensidad de este embalse de la cuenca del Segura.

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Era importante mostrar siempre la silueta del iluminador, y gastamos la mayoría del tiempo en elegir un encuadre adecuado a nuestras necesidades. Este detalle fue lo más complejo de solucionar, fue complejo decidir como encuadrar y que tipo de composiciones utilizar.

En todos estos temas la ayuda de Paco Conesa fue primordial, su buen hacer y su experiencia en fotografía nocturna facilitó en todo momento la realización de todas las fotografías, Paco se situó detrás de la cámara en todas las fotografías. Su trabajo dentro de esta serie fue decidir el encuadre, enfocar y acertar con los parámetros fotográficos, y tengo que reconocer que sentía siempre una tranquilidad máxima sabiendo que Paco se encargaba de este aspecto. Paco siempre estuvo alerta en todo momento realizando una labor igual de importante para la realización de la serie completa.

Desde aquí agradecer a Paco Conesa su enorme trabajo y dedicación, y mostrarle mi respeto y gratitud por haber compartido con este enorme fotógrafo este gran trabajo en equipo. Un verdadero placer poder recordar esta gran experiencia contigo, amigo mío.

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Intentamos en todo momento componer un trabajo que con el resultado final el observador pudiese pasear por este inmenso lugar, para ello tuvimos que trabajar duro y visualizar las fotografías antes de trabajarlas. En estas dos siguientes intentamos jugar con las diagonales aportando a la serie composiciones diferentes.

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Una de las complejidades máximas del trabajo fue equilibrar las exposiciones de luz. Estas montañas se mostraban con un tono claro a causa del color de la arena y resultó muy complicado dar luz de la misma intensidad tanto en primer plano como al fondo del lugar. La clave está en aportar mucha más luz al final del encuadre y dejando que la contaminación lumínica de la linterna “manche” las zonas más próximas al iluminador.

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Y se unió al trabajo Ramón Alarcón, fotógrafo murciano y otro maestro de la noche. Con su compañía pudimos aportar aun más trabajo en equipo al resultado final. Con Ramón nos permitimos el lujo de integrar dos modelos como iluminadores del embalse obteniendo este tipo de resultados. Encuadres enormes que mostraban la inmensidad del lugar y mostraban de una manera diferente la vida que se esconde en este embalse dentro de la oscuridad.

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Y también se incorporó Antonio Puche a la expedición, otro magnifico fotógrafo nocturno que realiza sus trabajos en compañía de Paco y Ramón. Ya estábamos los 4 preparados para continuar con la serie y volvimos al lugar para seguir trabajando y viajando por este lugar enorme e impresionante a la vez.

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Era nuestra intención mostrar encuadres muy particulares, en donde se pudiese describir con facilidad la dificultad de aquella localización. En esta fotografía se puede apreciar el enorme desnivel de las erosiones y con el que tuvimos que luchar muy a fondo. Acantilados de más de 20 metros y alturas complicadas fueron elementos que trabajamos con iluminación y sombras.

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Incluir dos siluetas en las composiciones era otra alternativa dentro de la serie. Es esta fotografía decidimos incluir dos figuras para dibujar un camino entre un iluminador y otro. La posición de los modelos era muy importante y siempre debían quedar perfectamente contorneados, en este trabajo se puede observar que todo estuvo planificado en ese sentido.

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Nos encontramos con vistas impresionantes del embalse y fue casi una obligación intentar mostrar ese mismo detalle en todas las diferentes fotografías de la serie. En esta en concreto se puede observar las grandes alturas en las que nos teníamos que situar para iluminar ese escenario.

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A la derecha de la fotografía superior observamos una cresta de arena muy frágil que no pudimos pasar por alto. Caminamos por unas sendas de dificil acceso hasta llegar a observar este magnifico paisaje.

La magnitud del embalse nos regaló escenas como esta en donde el iluminador se convierte en un mero espectador del paisaje que se muestra frente a él.

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Sin duda esta fotografía es un claro ejemplo que muestra la dificultad y lo diferente de esta gran serie fotográfica. Nada hubiese sido posible con tales resultados si no hubiesen participado los protagonistas de esta gran serie. Desde el primero hasta el último pusieron su granito de arena en esta gran experiencia fotográfica. Paco Conesa, Ramón Alarcón y Antonio Puche, esta serie fotográfica lleva vuestra firma por encima de todo, pero yo me quedo con la gran experiencia que los cuatro pudimos vivir. Todo un orgullo poder manifestar todo esto en mi web porque ha sido un trabajo espectacular en dificultad y creatividad.

Pudimos disfrutar de un montón de retos fotográficos, uno de ellos fue darle luz al escenario que podéis ver en la siguiente fotografía. Una extensión de terreno enorme y que pudimos mostrar gracias a la exposición de la linterna. Tuvimos muchos problemas para equilibrar el color del agua que fue lo más complicado, pero necesitábamos mostrar eso, el nombre de turquesa, título de nuestra serie tenía que aparecer siempre.

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Las siguientes tres fotografías son un ejemplo de como se transforma una fotografía nocturna modificando la iluminación y variando la dirección de las linternas.

El efecto me gusta mucho y siempre intento incluirlo en este tipo de fotos, el equipo al completo tuvo que trabajar duro para coordinar todas las exposiciones de las linternas.

Ramón hizo de actor principal, Antonio y yo le seguimos por los laterales, mientras Paco controlaba el tiempo y los segundos de exposición. Un ejemplo muy ilustrativo de como se puede trabajar en equipo.

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Esta fotografía fue la que más nos aproximó al agua, el color turquesa se encendía solo. Intentamos buscar localizaciones cercanas como esta pero el embalse no nos dio más oportunidades.

La aprovechamos bien con este trabajo iluminado por Antonio Puche, que realizó una iluminación espectacular cerca del agua turquesa, destacando la silueta y dando protagonismo a la montaña del fondo.

Me quedo con los contrastes de las hierbas del posadero de Antonio, es un detalle espectacular. Es una toma que me gusta mucho y felicito desde aquí en especial a Antonio por este gran trabajo.

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Si echas la mirada al fondo de la siguiente fotografía, observarás un iluminador dando volumen y forma a este gran lugar. Cuesta trabajo incluso poder ver la silueta, pero de eso habla mucho esta serie fotográfica. Era imprescindible introducir personas a modo de siluetas dentro del trabajo, no había otra manera posible de poder facilitar al observador un tamaño aproximado del embalse. No existe mejor manera de mostrar un volumen y dimensión de cualquier paisaje con las características de este embalse.

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Otra fotografía que muestra la planificación de la serie Turquesa. Al observar la fotografía superior se queda una zona de la montaña en oscuridad y puedes llegar a preguntarte como quedaría todo iluminado. En el siguiente trabajo aportamos otro iluminador en esa misma zona dando un volumen a esa cresta gracias a las iluminaciones de las linternas.

Todo un regalo poder hacer este tipo de ejercicios en compañía de este gran equipo de trabajo. Entre todos pudimos hacer realidad un montón de ideas que preparamos con tranquilidad y con las ideas muy claras, dando a este escenario una iluminación completa en todas las direcciones.

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Cada vez que volvíamos a los coches echábamos la vista atrás y siempre nos sorprendía la grandeza del lugar. La serie fotográfica se acercaba a su fin, por eso la razón decidimos trabajar esta foto que muestra este embalse olvidado por todos en la oscuridad.

Nosotros nos llevamos de este lugar un recuerdo impresionante, las rutas de día conociendo el lugar, el viento que nos sacudió más de una vez en lo alto de esas crestas de arena suelta, las risas y los gritos dando luz a esta maravilla de embalse.

Todo, absolutamente todo mereció la pena obteniendo como resultado una serie fotográfica que te podrá gustar o no, pero sin duda es una manera diferente de mostrar este embalse fotografiado por muchos.

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Como resumen de este gran trabajo se pueden sacar algunas conclusiones:

– Si quieres mostrar algo diferente de un lugar fotografiado por muchos, puedes utilizar la nocturnidad para crear algo nada parecido a lo que normalmente suele mostrar la gente. El hecho de realizar la serie por la noche exige de un trabajo extra, planificando y organizando todo el trabajo a la luz del día, por lo que tendrás que sacrificar un montón de horas más antes de realizar tu trabajo fotográfico.

– Estudia previamente la localización y elabora unas rutas alternativas para perder el mínimo tiempo posible una vez que la oscuridad haga acto de presencia.

No olvides valorar la contaminación lumínica de la localización.

Si surgen problemas a la hora de decidir que encuadrar, intenta aprovechar todo lo que tengas delante. En esta serie fotográfica se nos presentó un problema de las farolas de la presa del embalse. Decidimos incluirlo en los encuadres por razones más que sobradas, si en este embalse esas farolas estaban en ese lugar, no tenía sentido no fotografiarlas en algunas de los encuadres. “Si no puedes vencer a tu enemigo, únete a él”.

– Investiga por internet (google maps) las formas del lugar con una vista aérea. Esto te ayudará mucho a la hora de decidir que encuadres utilizar y podrás declinar otras muchas ideas.

– A la hora de iluminar nunca olvides que las zonas más cercanas se ilumina antes, las montañas blancas se encienden solas con muy pocas pasadas de linterna.

– Al contrario que las montañas blancas de esta serie, había que sacar el azul turquesa del agua del embalse. Para sacar todas estas texturas había que iluminar el agua de una manera seguro, con linternas en movimientos laterales y sin hacer paradas de linternas sobre el agua.

– He realizado trabajos conjuntos con muchos otros fotógrafos, LAP es un gran ejemplo de lo que os hablo. Si os sirve de consejo os recomiendo que compartáis todos los proyectos fotográficos que podáis, de esta manera aprenderás nuevas técnicas de otros fotógrafos. Te verás envuelto en un proyecto conjunto que a lo largo de los días se convertirá en una experiencia de lo más productiva aprendiendo de todas la diferentes experiencias de los compañeros de equipo.

El trabajo en equipo es siempre importante pero no es imprescindible, la diferencia está en el tiempo que tardarás en terminar la serie. He realizado algunos trabajos de este tamaño en solitario y solo hay que tener las ideas claras y saber que el tiempo que tardarás en terminar el trabajo se multiplicará por mucho.

Esta serie Turquesa ha sido realizada por cuatro personas y ha sido toda una experiencia increíble de vivir entre amigos apasionados  con la fotografía nocturna. Compartir un trabajo de este calibre con grandes amigos es lo más reconfortante de todo y es sin duda una experiencia que nunca podremos olvidar.

Y por último mostrar una alegría enorme por finalizar esta gran serie fotográfica acompañado de unas grandísimas personas. Todos, desde el primero hasta el último pudimos aportar nuestro gran granito de arena y disfrutar de un trabajo en equipo, cosa que en los tiempos que corren no se ve con mucha facilidad.

Un abrazo enorme a estos tres grandes compañeros nocturnos, Paco Conesa, Ramón Alarcón y Antonio Puche. Hemos realizado un gran trabajo, complejo en su preparación y muy difícil en su realización. Y por lo tanto os tengo que dar la enhorabuena por todo este trabajo.

Ya podemos exclamar con la voz bien alta, “hemos hecho justicia a este impresionante embalse amigos”.

Un abrazo de todo corazón.

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Nos vemos en la oscuridad.